jueves, 10 de enero de 2019

FOLIA ALBAE

Universo blanco...; valle nevado... desierto de sal... Independentemente de la hidratación o de la temperatura, de con cuanto cloro se había bañado, la frágil; blanca y al mismo tiempo bruñida y curtida Hoja de papel, tan inflamable, maleable, disponible y desafiante como cualquiera de ellas; presenta la misma majestuosidad, produciendo el mismo vértigo que los mencionados paisajes. Aquella indefensión azorada; falta de seguridad; inclemencia de destino artero e inmune; impune sensación, si no de temor, por lo menos de respeto hacia lo desconocido o no tanto; más bien, antes que temor en el sentido de pavor o piloerección franca, una sensación de angustia, profunda y al mismo tiempo en ebullición; enraizada en las propias limitaciones. Hoja que espera ser encarada y dominada; domada y lista para comenzar a reflejar algo más que la luz blanca o todos los colores juntos; algo que diga algo;transportar un mensaje; mensaje de signos, de dibujos... generalmente de letras y números. Letras alineadas, tomando distancia; disciplinadas y competentes, como para hacer eclosionar un montón de ideas en la mente del receptor-lector: juicios; premisas; preposiciones y tiempos verbales. Imágenes; sensaciones, más o menos coloridas; todas conjugadas y apuntadas con mayor o menor habilidad. Entonces la preocupación nace profunda y genuina; temor de que las dotes o el bagaje de conocimientos, no sean suficientemente idóneos o pulidos; ansias de haber corregido convenientemente lo que Salamanca non presta... Con todo eso; con mayor o menor talento, formación u osadía, recelamos de algún resultado tal vez demasiado frugal o tal vez con firuletes barrocos exacerbados... resultando insuficientes o estériles como para hacer visibles las ideas, al menos con cierta coherencia como para trasladar adecuadamente algún mensaje. ütil o inútil según los objetivos. Hoja que aguarda lesionar su blancura; esperando ser invadida de manera casi fatal; asaltada por los afanes de consignar; comunicar, expresar; sirviéndose del método elegido: conjunto apropiado de signos convencionales compartidos y comprendidos por la mayoría. Objetivo inicial, primordial de la tecla o del lápiz: hacer llegar el mensaje, las inquietudes y apreciaciones sobre un tema determinado. Signos sin embargo tan vulnerables en su travesía. En pocas palabras, esperando el desembarco ineludible de las ideas y significados, bien ligados a los correspondientes caracteres comunes, rellenando; inundando todo ese vacío blanco inmaculado - en el caso del soporte papel, un poco venido a menos, en este siglo que vamos deshojando-, acechante, lleno de futuro y de crisis de identidad, metamorfosis de hoja impoluta a hoja escrita,crisálida de letras encadenadas compañeras, eclosionando el mensaje, positivo, negativo o neutro; con las ideas suficientemente elucubradas o limitadas a un simple aviso o circular, con todos los puntos intermedios entre estos extremos. Esa enorme "energía potencial" de la hoja, tenía que ser justificada, buscando producir algún comentario certero; por lo menos una figura lograda o algo vagamente asimilable al concepto conocido como Arte... por más desteñido que parezca y aparezca; tenía que mantenerse a flote. Que "Surja" como dicen los jóvenes últimamente..., tan parcos y peleados con el lenguaje, impelidos por tecladitos insignificantes que desmenuzan las palabras y las frases, erosionando las crónicas inalámbricas cotidianas, dejando al lenguaje corroído, a la vista de todos y sin que a nadie le importe su agonía. Poco a poco las letras van emergiendo; morigerando el vértigo y ocupando el vacío, emparejándose con las ideas traducidas y transtrocadas, como hélice de ADN que se deshoja, transformada en signos que reflejan situaciones y sentimientos; personajes y escenarios; acciones y emociones; proponiendo la diversión; organizándose y azuzando la imaginación del lector, ocupando rápidamente aquel espacio blanco, que empieza a contar sus minutos de sobrevida; vacío blanco ya no tan inconmensurable, comenzando a llenarse; con crisis de identidad y terminando su infinito.

1 comentario:

  1. ¿Cuál es la metáfora de la hoja blanca en tiempos de Internet? ¿La pluma de cual ave usamos para desparramar una tinta digital? Si existe la Inteligencia Artificial, ¿de que sentimientos se nutre para crear una historia? El Um, ¿seguirá soñando historias?

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