domingo, 15 de octubre de 2017

One World

Primer Desembarco de Colón en América (Wikipedia)
Desde ese momento Martín Alonso toma el peso de la aventura. Cambia el rumbo - ahora Este-Sudeste - para evitar la corriente contraria del golfo a pesar de la protesta del Almirante a quien "pareció no hacía esto Martín Alonso por la isla de Cipango". El 10, el descontento de los tripulantes de la Santa María degenera en franco motín ("aquí la gente ya no lo podía sufrir; quejábanse del largo viaje", dice el Diario), pero Martín Alonso amenaza "ajusticiar a los sublevados" y toma la delantera resueltamente con la Pinta. Finalmente a las dos de la mañana del 12 de octubre el marinero Juan Rodríquez Bermejo, natural de Triana junto a Sevilla, que estaba en la cofa de la Pinta, puede distinguir en la noche iluminada por la Luna en cuarto creciente el contorno de una isla. Un disparo de lombarda ordenado por Pinzón avisa a los otros buques; amainan las velas y esperan el día. Esta vez la tierra avistada en la noche no desvanece. [Historia Argentina, J.M. Rosa, Vol 1, pag 62-63, Ed. Oriente, 1988]

Lo que sobrevino después de aquella dramática noche lo conocemos. Treinta y cinco países distribuídos en un área de más de 40 Mkm2. Uno de ellos, líder mundial desde hace 100 años.  Los otros, recorriendo una historia con altos y bajos, con guerras y alianzas, desconfianzas y traiciones.  Del otro lado de la Mar Océano los cambios también fueron enormes: el pequeño país peninsular ibérico, que recién había conseguido vencer a su último enemigo, se convierte en potencia mundial por tres siglos. Sin moverse de España, que aún no existía con ese nombre, muchos españoles, empezando por la Corona, se convierten en exitosos indianos , afortunados miembros de una rica burguesía.  El oro metálico de las Américas, se transformará en supremo arte iluminado por Cervantes, Quevedo y Lope de Vega. Los británicos, más pragmáticos, plasmaron en su cria americana le herencia de la cultura y tradición protestante y cuando el imperio español decayó, se tornaron líderes para pasarle la posta a su hijo dilecto de las Américas.

Pero para que todo esto ocurriera, hubo gentes que perdieron sus tradiciones, esclavizados algunos, humillados los más, murieron uno a uno y dejaron un legado anónimo y olvidado en muchos casos.  Los pueblos aborígenes, o, como quiere el puritanismo del siglo XXI, originarios, practicamente han desaparecido si debemos juzgar por sus estilos, conocimientos, culturas, precolombinas.  Sus descendientes, mezclados con gringos europeos, ya no recuerdan el pasado de sus ancestros 500 años atrás.

Y sin embargo... allí estań algunos grupos que resisten y reclaman un lugar que hace, por lo menos, 100 años han perdido. No quiero detenerme aquí sobre la juticia del reclamo. Supongo que algunos son corectos. Pero veo también una histeria colectiva que pretende al mismo tiempo: 1) convencernos del mito del "buen aborigen" , 2) fundamentar una suerte de nacionalismo étnico. 

El cacique tehuelche "Patoruzú".
Por medio de (1) se quiere hacernos entender que las sociedades precolombinas eran justas, y vivían en armonía con el medio ambiente, próximo al Paraíso perdido , América estaba libre de pecados y pasiones.  Pero la verdad es que conocemos bastante poco de la mayoría de aquellos buenos aborígenes. Y de los pocos que sabemos un poco más, no nos impresiona lo humanos que fueron.  Nos impresiona la leyenda dorada que se ha creado. Por ejemplo, los mayas han sido y suelen ser todavía, descriptos como un pueblo pacífico.  Lamentablemente para los crédulos de esta leyenda, la historia revela un pasado de guerras continuas entre diferentes ciudades: Tikal y Calakmul agotaron sus recursos en una extenuante guerra que duró décadas. Tampoco las evidencias de armonía con el medio ambiente son muy convincentes. Por el contrario hay prubeas de que más de una vez los mayas padecieron su propio éxito y limitada tecnología: la sociedad crecía más de lo que podíam abastecer; agotadas las fuentes de recursos naturales, simplemente abandonaban el lugar en busca de sitios todavía no explotados. Detrás de sí dejaban vestigios fastuosos de piedra que terminaban engullidos por la selva pero que resistieron el paso del tiempo hasta nuestros días.

El punto 2) es tal vez más peligroso. Resulta difícil hoy en día justificar esta suerte de pureza de la raza que pretende crear una sociedad separada de las demás. Me pregunto primero si es que los mapuches que hoy en día queman camiones en el sur de Chile y Argentina y dicen querer fundar una República Mapuche, van a abandonar las ventajas que la sociedad del siglo XXI les da y retornar a la  Era de Piedra en la  que sus añorados ancestros vivían cuando llegaron los genocidas conquistadores. Las limpiezas étnicas en las guerras sececionistas de la antigua Yugoslavia, los campos de concentración nazi, los pogroms zaristas, la Inquisición católica, ¿no se justificaron también en la misma búsqueda de pureza, segregación basada en raza o religión? ¿Por qué este nacionalismo étnico mapuche es correcto y no así el discurso nazi de la raza aria? Al final de cuentas, qué es ser mapuche, o maya, o europeo? ¿Hay algún gen que nos identifique? Si se trata de una construcción social, ¿no es posible vivir en buenas relaciones con los otros que son distintos?

La Tierra desde la Luna: A pale blue dot. 
Y sin embargo este discurso parece florecer al inicio del Tercer Milenio. Sunnitas y chiitas entablan una guerra inclemente y la desparraman por todo el mundo. Más pacíficos, los catalanes tuercen la historia de su país para lanzar un mensaje de compasión: Ayúdennos, nos están orprimiendo hace 1000 años!   Y un porteñito vestido de poncho y con vincha, acusa al Estado argentino de ser  huinca mientras no se avergüenza en decir: "Antes de ser mapuche, sho era anarquista". Faltó agregar "copado man...!"

Paradojas de la historia, cuando más comunicados estamos, parece que menos nos entendemos.


domingo, 8 de octubre de 2017

In principio

IN PRINCIPIUM ERAT VERBUM

Decía Guigue anteriormente: "El mayor producto que hemos creado, sin embargo, no lo hicimos en el Siglo XXI, sino en un remoto pasado del que ya hemos perdido memoria: es el lenguaje. Nada nos distingue mejor como especie animal que esa capacidad para expresar nuestros sentimientos y pensamientos, que el lenguaje hablado, después el escrito,"

Si esto es tan cierto como creo que es, parece que últimamente vamos de lado, cuando no para atrás.

Sólo hace falta ver los mensajes que envían nuestros propios ex-compañeros al wassap*. Gente con la que hemos convivido una parte apreciable de nuestros ya bastantes años. Gente que asistió a las mismas clases de Castellano, Ortografía (incluso Caligrafía... ¿se acuerdan de los cuadernos de doble raya, las lapiceras y los secantes?); y con la que compartimos y departimos más o menos coherentemente en castellano... o casi.

Y sin embargo constato tristemente que sigue la agresión injustificada, consuetudinaria y casi normalizada al castellano (me resisto a usar bullying). Y lo peor es que lo hacen inconscientemente. Así hablan (hablamos). Así pensamos.

A mi me da vergüenza cuando se me desliza un error ortográfico. Pero claro, la vergüenza está tan demodé ultimamente... Es que ahora todo es relativo, todo es lo mismo. Ya lo decía Discépolo del siglo pasado, y no hizo sino empeorar.

Pero aparte del traumatismo óculo-testicular que me producen los horrores ortográficos de algún chats al que pertenezco (¡y algunos de los miembros son médicos o abogados!), más me preocupa la perversión semántica que percibo en el día a día: Las palabras parecen tener hoy otro sentido que cuando yo las aprendí. Tal vez, más terrorífico aún, ahora significan otra cosa.

Cualquiera es "maestro" o "profesor" (incluso "Doctor"). Los "honorables diputados" aparte de un oximoron, un ejercicio de cinismo que raya lo superlativo. Los "distinguidos colegas" o peor todavía "apreciado coreligionario". Y no me meto en política porque esto se prolongaría demasiado.

Al final se dice una cosa, y se piensa (¿se piensa?) otra. Se trata de acomodar la realidad a lo políticamente correcto, sin cambiar un ápice la realidad. Como decían por ahí "ahora, en los Estados Unidos no hay más negros. Son Afroamericanos. Siguen siendo apaleados, tiroteados, discriminados y marginados, pero ya no son más negros".

¿Será que realmente creen que usando "tod@s" se va a terminar la desigualdad? ¿que nos vamos a tratar mejor?¿que un tarado va a dejar de golpear a una mujer por esto?. Si creen esto, entonces el problema es muy grande, saliendo de lo naive para entrar en lo patológico. Y si no lo ceen, entonces son unos cínicos HDP, y no me asombraría que sea su sistema para cobrar sin trabajar, lo que sospecho, es un delito.

El idioma, como un destornillador, es una herramienta; y bien usada, resuelve (o podría hacerlo) nuestros problemas de comunicación y entendimiento. Por el otro lado, conozco algunos casos de gente que fué asaltada por motochorros que portaban un gran destornillador al que la habían afilado la punta.

Es que nuestra capacidad para fastidiarla no tiene límites. Pero se meten con el idioma. MI idioma. Y eso me cabrea.

Calculo que todo empezó cuando algún imbécil (o disléxico, que también son criaturas de Dios), se preguntó a santo de qué la "p" en Septiembe, total casi nadie la pronuncia... y desde ahí, para abajo.

Así que hoy tenemos "Ke hcs?", donde no sólo se abstienen de las vocales, sino también del signo de inicio de interrogación.

Y para colmo (aunque no sé si es cierto), me comentaron que le dan el Nobel de literatura a Pablo Coelho... y eso, me parece, ya es demasiado